Se antoja tanto a veces
disolverse en el olvido
El corazón no entiende
ni se engaña a si mismo
Arde la flama del alma
buscando en la oscuridad
a su amada el espíritu
Porque sólo juntos
pueden lograr salir
de este laberinto
de pasadizos de espejos
Se antoja tanto a veces
volver al inicio
dónde Tú eras Yo
y Yo era Tú
Y eramos sólo voces
sin nombres ni formas
jugando a entrelazarse
persiguiéndonos entre risas
a través del infinito
.
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