En remodelación...=P

domingo, 17 de agosto de 2014

El soliloquio del caracol de jade

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Despertó un caracol de jade, bajo la hoja de una enorme helecho, en una mañana grisazulosa y lluviosa, en las profundidades de un bosque jamás descubierto.

Se escuchaban ecos de truenos livianos y de incontables gotitas tamborileando monótonas las superficies de las hojas, ramas y rocas.

Bostezó largo y tendido el gasterópodo, a la vez que se estiraba lenta y tranquila, muuuuuuy tranquilamente, fuera de su concha.

- He vuelto a soñar que mi concha era el mundo y que desprovisto de peso, volaba flotando sutil entre las nebulosas acuosas que separan y a la vez unen los doce planos de los doce mundos - dijo el caracol.

Y prosiguió:

- No sé que edad tengo. Paso dormido la mayor parte del tiempo, que el tiempo ya no tiene significado alguno en mi entendimiento. Hasta creo ya que soy eterno. He protagonizado toda clase de seres en esos, mis sueños. Ya he sido todo micro y macro-organismo, insecto y artrópodo, reptil y mamífero, todo ser anfibio y acuático y aéreo,  denso y etéreo, he sido todo símbolo mítico y místico, fénix, naga y dragón. He sido también todo árbol y planta, y toda gema y toda roca. He sido hombre, dioses menores y dioses mayores,  he sido pues, todo ser sintiente de los siete reinos percibidos por los sentidos. He sido además meteoro, luna, planeta y planetoide, sol y galaxia en expansión y contracción. Y hasta he sido - en las aventuras mentales - hoyo negro devorándolo todo hasta saciar mi hambre cósmica, reduciéndo a oscuridad absoluta a toda, pero absolutamente toda la creación. 

He tenido incontables formas, rostros y nombres. Me es indiferente ya un segundo de un minuto, un minuto de un año, un año de una centuria,  una centuria de un milenio, un milenio de mil eones. Me es exactmente lo mismo lo grande y lo pequeño, lo mismo un grano de arena que una estrella. Arriba y abajo e izquierda y derecha, dentro y afuera, son ya la misma cosa, y y todo este soliloquio me da pereza.

El caracol se contrajo lenta, muy leeeentamente, con pereza y continuó:

Y mira que tener esta miserable forma. Conozco tantas lenguas y tantos lenguajes, secretos que lograrían crear un nuevo universo. Un meta-universo en donde todos pudiesen al igual que yo, cambiar a voluntad de mentes y de cuerpos. La transmigración de las almas sería una cosa ordenada de juego. Pero heme aquí que en mi actual y aparente forma definitiva no tengo los medios para plasmar estas reflexiones. Si fuese hombre tendría manos para escribirlas. Pero... pero... buaaaah - bostezó nuevamente y con pesadez - es tan temprano, no hay vestigios del sol, hace frío y hace sueño.
 
Volvamos a la calidez de nuestra casaconcha a dormir y a seguir soñando. Mañana será otro cuento.

Y el caracol se retrajo por completo, retrayendo tras de sí, a todo el bosque, todo el mundo y el universo circundante con todo y sus más ocultos secretos.
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lunes, 4 de agosto de 2014

ಡ್अడ్రড্রাד